miércoles, 22 de mayo de 2019

Yo ME perdono

Este blog siempre ha sido sobre maternidad. "Una maternidad diferente"... Una bendición y una condena... Una bendición porque ha sido una vía de escape que me ha permitido disfrutar de la primera infancia de mis hijos sin complejos, con muchos brazos, la teta fuera todo el día, el guarreo del baby-led weaning, y hacerlo sin convencionalismos sociales o ataduras y compartiendo con otras madres. Una bendición porque me ha permitido hacer amigas y conocer gente maravillosa que aún hoy sigue en mi vida y que me aporta lo indecible y me ha ayudado a madurar como persona y a compartir realidades muy diferentes de la mía propia. Una bendición porque cuando perdí a Mi Pequeña Flor fue una verdadera terapia poder escribir sobre sentimientos tan callados, un dolor tan profundo y poder recibir a cambio el apoyo y el cariño de tantas y tantas personas...

Pero también una condena. La vida me ha condenado también a una maternidad muy diferente de la que siempre soñamos. Una maternidad a la sombra de una enfermedad incurable, una enfermedad derivada además de un pecho, uno de los símbolos maternales y uno de los órganos humanos sobre los que más he hablado y escrito en los últimos años. Hace ya tres años que me diagnosticaron un cáncer de mama metastásico que se había extendido hasta el hígado y los huesos, un cáncer que "sólo" podíamos aspirar a cronificar  y no a curar, porque no tiene cura, un cáncer que, en un momento u otro acabará con mi vida... Y esto, en el fondo, también ha marcado "Una maternidad diferente". Una maternidad marcada por el miedo, por la incertidumbre, por ver el sufrimiento de mis hijos cuando ven que su madre está mal, por esos besos y abrazos agridulces que me dan, tan llenos de amor como de miedo, algunas veces.

El otro día hablaba con mi marido y le decía que a mi no me da pena o congoja o miedo morirme sino que lo que más me hace sufrir es el pensamiento de dejar a mis hijos sin madre, sin una figura tan trascendental en la vida de cualquier ser humano, y de dejarle a él "colgado" con tres niños tan pequeños... La gente, con toda la buena voluntad del mundo, te dice que "cualquiera se puede morir el día menos pensado" o que lo realmente doloroso es ver morir a un hijo... Te dicen, con toda la buena voluntad del mundo, que lo que tienes que hacer es disfrutar de cada día con ellos... Pero quien no ha vivido días en los que se levanta de la cama con un sentimiento de muerte inminente, no sabe lo doloroso que es.

Y eso no es lo peor. Lo peor es llegar al final del día cansada, frustrada, con dolores, hecha polvo por la medicación, las esperas, los tratamientos, el maltrato burocrático y saltar a la mínima con tus hijos por cualquier tontería y terminar gritándoles y castigándoles. Porque en ese momento no solo te sientes mal, dolorida, cansada y frustrada, sino además culpable por tratarlos mal, por no tener paciencia, por no estar "creando" esos buenos recuerdos y estar disfrutando del momento, como te dice la gente que hagas... como si fuera tan fácil... Y entonces te sientes una mierda de madre, una maternidad diferente en el peor de lo sentidos; diferente porque sientes que pagas tus frustraciones con tus hijos, porque intentas verte reflejada en el espejo de las "madres guays" de Instagram o de Facebook y no consigues verte por ninguna parte de lo empañado que está, culpable porque tú has sido una de esas "madres guays" en un momento u otro y ahora tienes ganas de esconderte detrás de una piedra y hacerte pequeñita, idiota por pensar cuánto más fácil sería todo si no tuvieras hijos y solo te tuvieras que preocupar de ti misma, y... tantas cosas más que te pasan por la cabeza cuando te encuentras mal.

Hoy volví a la consulta de psicooncología y una de las cosas que me dijo la psicóloga es que no hay losa más grande de superar que el recuerdo o el concepto de una madre o un padre perfecto. Que yo no tenía que aspirar a ser perfecta para mis hijos o dejarles recuerdos felices imborrables, sino que lo que tenía que hacer era intentar mejorar un poco cada día... Y llevo desde entonces llorando como quien abre un grifo y ya no lo puede cerrar, trabajando ese proceso de PERDONARME, de aceptarme con mis imperfecciones, de no centrarme en lo que hago mal sino en saber qué hago mal para intentar hacer los cambios que me lleven a una situación con la que esté más a gusto... Llorando en el proceso de quitarme de encima la losa que yo me he puesto sobre mi misma y de aceptar que si me enfado porque estoy cansada y les grito o les trato mal es normal, aunque no sea deseable, Llorando porque tengo que aceptar que no les puedo dejar a mis hijos una infancia mágica, que tendrán que aprender la dura realidad más tarde o más temprano y aceptar que, tal vez, aunque no estuviera enferma y cansada y dolorida seguiría cometiendo los mismos errores o peores.

Me fui de la consulta agradeciéndole a la psicóloga el consejo de que lo importante es aspirar a mejorar... Y llevo desde entonces llorando, tal vez llorando por mí, o por la niña perdida que fui, o por mis hijos, o por la injusticia de la situación y de la vida, pero intentando PERDONARME... Es un proceso.

lunes, 3 de abril de 2017

IX Congreso Español de Lactancia Materna: Lactancia, Colecho y SMSL

La conferencia de clausura del IX Congreso Español de Lactancia Materna corrió a cargo de Melissa Bartik, que trató de abordar las relaciones entre lactancia, colecho y Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Empezó analizando la relación entre la composición de la leche y el colecho en distintas especies de mamíferos.

En este sentido, señaló que la composición de la leche materna depende de la dieta de la madre, pero no de lo que come, sino en el sentido del tiempo que necesita dejar a su bebé solo mientras caza, pasta o busca comida o si del bebé se mantiene todo el rato junto a su madre. Algunos mamíferos están constantemente con sus bebés y otros los dejan solos en madrigueras o nidos mientras se ausentan durante muchos horas para cazar o comer. Esto determina la composición de la leche y la proporción de grasas, agua, proteína, etc.

Otro factor que afecta a la composición de la leche es el medio ambiente. Por ejemplo, la leche es diferente si se trata de un animal que vive en un desierto (más agua) que si vive en mares helados (más proporción de grasa).

Cuando la leche tiene un alto contenido en grasa y/o proteína, el bebé puede dormir solo (Bartik puso como ejemplo al equidna). En cambio, cuando la leche materna tiene bajo contenido en grasa o proteína, el bebé necesita tomas frecuentes y no se puede quedar solo. Por eso los terneros y las jirafas pueden dormir solos, pero no los primates o los gorilas.



Los bebés humanos son muy inmaduros al nacer y esa es una de las razones por las que no pueden dormir solos, sio que necesitan contacto y proximidad las 24 horas del día. Además, la leche materna humana es la propia de los bebés que no se pueden separar de sus madres ya que tienen que hacer tomas frecuentes. "Sabemos, por las investigaciones sobre el sueño de Helen Ball, que en diferentes culturas humanas de todo el mundo, las mujeres se mantienen en contacto con sus bebés las 24 horas del día, duermen con ellos por las noches y los alimentan a demanda", argumentó la ponente.

Para ilustrar estas diferencias, aplicadas al género humano, Bartik señaló que la leche de vaca tiene casi cuatro veces más proteína que la leche materna (y, además, son proteínas de diferente tipo). Por eso, cuando algún granjero tiene que alimentar con biberón a una ternera, solo necesitan ofrecerles dos tomas en todo el día.

Por eso, cuando los bebés toman leche de vaca (aunque se le hayan quitado gran parte de estas proteínas) duermen como si la madre estuviera ausente. Los bebés que toman biberón duermen profundamente y no lloran ni defecan, ya que estos comportamientos conllevan el riesgo de atraer a los depredadores. Ante esta evidencia, la ponente se preguntaba si no es posible que nuestro modelo actual de comportamiento infantil esté basado en la leche de vaca. ¿Esperamos que nuestros hijos se comporten como terneros en lugar de como humanos?


Separación madre-bebé
Bartik señaló que separar al bebé de su madre no es una actuación exenta de consecuencias. Si, biológicamente, el bebé humano está preparado para estar en contacto todo el día con sus protenitores, cuando sucede la separación, el bebé sufre lo que se denomina estré tóxico: "el niño experimenta una adversidad prolongada y su respuesta al estrés fisiológico puede interrumpir el desarrollo de la arquitectura cerebral y de otros sistemas orgánicos y aumentar el riesgo de enfermedades de deterioro cognitivo en relación con el estrés hasta bien entrada la edad adulta".

Colecho en bebés amamantados
En relación con la lactancia materna y el sueño, Bartik mencionó también las investigaciones de James McKenna, que demuestran que los bebés que duermen con sus madres relizan más tomas de lactancia materna, asegurando así un buen volumen y producción. Así pues, el colecho contribuye al éxito de la lactancia materna.

Además, cuando la madre lactante duerme con su bebé:
  • normalmente ambos están cara a cara, 
  • es más probable que el bebé esté en decubito supino, 
  • la madre y el bebé duermen un sueño más ligero y sus ciclos de sueño se sincronizan, 
  • las madres mantienen a los bebés por debajo de su brazo y hombro, por lo que el brazo hace de barrera frente a las almohadas. 
En cambio, los bebés alimentados con fórmula que duermen con sus padres presentan patrones de sueño más inseguros:
  • La cabeza del bebé se sitúa por encima de los hombros de la madre,
  • el bbé no está en decubito supino,
  • la nariz se aplasta contra el colchón,
  • no está cara a cara con su madre,
  • no hay barreras entre la almohada y el bebé, 
  • el sueño no se sincroniza y es demasiado profundo.
 Por tanto, argumentó Bartik, no se pueden dar las mismas recomendaciones para el colecho en madres que amamantan y madres que alimentan con fórmula a sus bebés.

Riesgos del colechoMelissa Bartik continuó analizando los riesgos del colecho. Presentó los resultados de la investigación de Carpenter del 2013, que encontró un riesgo 5 veces mayor de SMSL en bebés amamantados de menos de tres meses que compartían cama con padres no fumadores y que no consumían alcohol o drogas. Pero, señaló la ponente, estos resultados tenían ciertas limitaciones en cuanto a lso datos de consumo de alcohol y droga y la imputación de datos perdidos ha puesto en entredicho los resultados del estudio.

En este sentido, Bartik destacó la importancia de distinguir entre colecho intencional y no intencional. Y también la de distinguir entre las recomendaciones para evitar la axfisia del bebé y las recomendaciones para evitar el SMSL.

Las recomendaciones de Bartik para evitar la asfixia son:
  • Evitar alimentar en sofás o sillones reclinables.
  • No dormir con el bebé cuando se está bajo los efectos de las drogas o el alcohol.
  • Evitar compartir la cama con el bebé en determinadas circunstancias (bebés alimentados con fórmula, cama compartida con hermanos, almohadas).
  • Mantener el área de sueño despejada y segura y con un colchón firme.
Las recomendaciones para evitar el SMSL son las siguientes:
  •  Dormir boca arriba.
  • No fumar (ni en el embarazo ni después).
  • Evitar la alimentación con fórmula.
  • Mantener al bebé durmiendo lejos de cualquier adulto que esté bajo los efectos del alcohol o las drogas.
  • Usar ropa adecuada para dormir.
  • Usar chupete para dormir si el bebé toma fórmula.
  • Cunas "sidecar".
En cuanto a las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría del 2016, Bartik señaló que "a expensas del colecho, no se insiste suficientemente en el riesgo del tabaquismo, dormir en sillones o con adultos bajo los efectos de las drogas y el alcohol". "Me preocupa cómo ordenan sus prioridades, criminalizando el colecho", argumentó.

Por último, Bartik mostró los avances que se están produciendo en el campo del sueño infantil de la mano de la Asociación de Acción Nacional para Apoyar el Sueño Seguro en en EEUU (NAPPSS). Se trata de una entidad que incluye organizaciones de lactancia materna, industria de cunas, asociaciones culturales, organizaciones medicas como la AAP y que, además, cuenta con el apoyo del gobierno. El diálogo entre los distintos implicados permite un progreso real, ya que se está reconociendo que importante mantener un diálogo con las familias sobre el sueño seguro que vaya más allá de la mera prohibición de la práctica. Además, reconocen que las recomendaciones tradicionals de la AAP no encajan con todas las familias, por lo que los padres necesitan ser informados y empoderados para tomar sus propias decisiones sobre el sueño seguro.

En resumen, los humanos estamos programados para amamantar y compartir la cama, se debe enseñar a compartir la cama de forma segura a todos los padres y hay que proporcionar asesoramiento indivual a los padres, especialmente a los padres que alimentan con formula. Finalmente, se puede considerar el uso de cunas sidecar como, posiblemente, la opción más segura.

En cuanto a las intervenciones de salud pública señaló la necesidad de tener cuidado en los mensajes ya que las consecuencias pueden ser peores, por ejemplo, cuando la gente duerme en sofás con sus bebés con tal de no compartir cama.

En cuanto al colecho, argumentó que "si hay un pequeño aumento del reisgo de muerte infantil, este debe ser ponderado frente a los riesgos totales de salud pública del destete (infecciones y enfermedades materno infantiles)". "La prevencion de la muerte infantil debería centrarse más en los factores de riesgo conocidos (fumar, sofas, lactancia artificial, alcohol y drogas) y situaciones de sueño no seguro", concluyó.

sábado, 25 de marzo de 2017

IX Congreso ESpañol de Lactancia Materna: Temas frontera en Lactancia Materna

Foto tomada del perfil de twitter de
@IhanEspana
Ascensión Marcos Sánchez - Lactancia materna e inmunonutrición. La importancia del amamantamiento para la maduraciónd el sistema inmune.

Ascensión Marcos comenzó explicando que nuestro sistema inmune es como un paraguas que nos protege frente al ataque de cualquier elemento extraño: microorganismos, parásitos, células malignas, alérgenos, toxinas, etc. Si no hay tolerancia frente a un elemento extraño, lo que se produce es un proceso de inflamación. La toleracia está modulada por el sistema inmune y debe mantenerse durante toda la vida, aunque es un proceso que comienza en la gestación y el nacimiento.

Para la maduración del sistema inmune del recién nacido hay una serie de sucesos claves y uno de los primeros es la exposición a bacterias que sucede en el nacimiento. Hoy en día se sabe que la colonización bacteriana del recién nacido es muy diferente si nace mediante cesárea o en un parto vaginal. La lactancia materna también es importante par ala colonización bacteriana intestinal. Ambos sucesos van a influir en la maduración del intestino del neonato.

La lactancia materna aporta nucleóticos, pufas, microbiota, componentes antimicrobianos, citoquinas, hormonas y péptidos bioactivos. Todo ellos son factores antiinflamatorias. También aporta células inmunocompetentes: neutróficos y macrófagos. Todos estos componentes son un apoyo fundamental para el sistema inmune inespecífico del neonato.

Cambios en la composición de la microbiota intestinal que suceden a lo largo de la vida:
- Feto: se ha hablado históricamente de que el útero y el feto son estériles. Pero hoy en día se está ahondando en la posibilidad de que en la placenta haya bacterias y que este órgano sea una especia de vía de paso desde las bacterias para migrar del intestino materno al intestino del niño. Las bacterias pasarían a través de la placenta y el líquido amniótico, además de durante el parto y la lactancia materna.

Bebé: Despues del nacimiento, hay una modulación nutricional de la microbiota intestinal materna que influye en el desarrollo de la microbiota infantil. A través de sangre y sistema linfático las bacterias van a la glándula mamaria y de ahí al intestino del neonato. Lo que se está viendo es que efectivamente, las bacterias de la mucosa intestinal materna son absorbidas por las células dendríticas y migran por distintos nódulos y mucosas hasta la leche materna. En la microbiota del bebé si toma lactancia materna hay más bifidobacterias y si toma leche de fórmula hay predominancia de bacteroidetes.

- Niño: diversidad de bacterias mucho mayor.

- Adulto: Fimicutes, bacteroidetes, actinobacterias

- Anciano: más cantidad de bacteroidetes y proteobacterias

La nutrición del neonato es muy importante porque promueve la exposición a antígenos (procedentes de los nuevos alimentos) e influye en la formación de la microbiota. Los nutrientes y antígenos modulan, maduran y articulan las respuestas del sistema inmune, explicó la ponente. Todo ello influye, a su vez, en la microbiota y, en función de la composición de la microbiota, el sistema inmune se comporta de una manera u otra.

“La colonización bacteriana sucede en paralelo a la maduración del sistema inmune y ambos procesos se influyen mutuamente”, subrayó. La nutrición del recién nacido, por tanto, es la base de la inmunonutrición del futuro y sienta bases que son para toda la vida, modulando una respuesta inmune apropiada contra infecciones, alergias a los propios tejidos, al medio ambiente, puesta en marcha de respuesta ante alteraciones inflamatorias.

La ponente finalizó recordando que hoy en día se teoriza también sobre el eje de comunicación entre la microbiota intestinal y los procesos cerebrales. “Cualquier alteración a nivel gastrointestinal se comunica con el cerebro con percepción de un evento visceral (nausea, saciedad, dolor)”, explicó, añadiendo que los mecanismos neuronales, inmunológicos y endocrinos están interconectados. Es una vía de investigación muy actual, con estudios que están intentando descubrir si los probióticos y prebióticos pueden ser de ayuda para niños con déficit de atención e hiperactividad.

Josep Neu: Microbios en la leche humana: ¿son patógenos, comensales o espectadores inertes?
Josep Neu presentó una de las ponencias más interesantes, desde mi punto de vista, del congreso, exponiendo de manera sencilla y muy clara conceptos sobre el papel, formación e implicaciones de la microbiota humana.

“No todas las bacterias se pueden cultivar en una placa de petri”, comenzó, señalando que el 90% de las bacterias no son cultivables. Eso supone que en el cuerpo humano hay muchas más bacterias de lo que se suponía. En el proyecto del microbionma humano se han encontrado 400 especies cultivables en el intestino, pero cuando se han usado otros métodos, como la secuenciación de ADN, se han econtrado hasta 2000 especies. Esto permitió descubrir muchas bacterias antes desconocidas y abrir la posibilidad de relacionarlas con la salud y la enfermedad.

En el estómago hay pocas bacterias. Pero, a medida que bajamos hacia el intestino, va aumentando el porcentaje… Y en el Colon hay todavía más. Los tipos de bacterias difieren en función de la localización del intestino. Podemos pensar que estas bacterias no tienen ningún papel en la fisiología humana y que son meramente oportunistas, pero la ciencia nos demuestra lo contrario. Cuando miramos las termitas, por ejemplo, vemos que cuentan con bacterias en su intestino que les ayudan a digerir, y a alimentarse, de la madera. También se ha visto que la presencia de determinado perfil de bacterias intestinales puede contribuir a la obesidad (si cogemos bacterias de una persona obesa y los ponemos en un ratón, también se volverá obeso).

Por eso, Josep Neu, introdujo el concepto del Holobionte, como un organismo huésped (planta o animal) en interacción con todos los microoganismos asociados como una entidad para la selección en la evolución. El ser humano es un holobionte, pero también entra dentro de esta definición un arrecife de coral.

La diada madre-hijo, dijo Neu, es en realidad una triada: madre-hijo-microbiota. No solo transmitimos a nuestros descendientes los genomas nuclear y mitrocondrial, sino también los genes microbianos que componen lo que se podría denominar como un segundo genoma. Alrededor del 35% de los metabolitos en la sangre de los mamíferos tienen un origen bacteriano. Un mamífero gestante es en si mismo una comunidad simbiótica, un holobionte.

Los estudios que mostró Neu demostraban que los bebés nacidos vía vaginal adquirieron floras bacterianas que se asemejaban a la microbiota vaginal de su madre y los nacidos por cesárea albergaron comunidades bacterianas similares a las encontradas en la superficie de la piel. Así que la manera de nacer SÍ importa y tiene implicaciones para la salud pública.

Por eso, un grupo de científicos realizó una investigación tratando de restaurar la microbiota en los bebés nacidos por cesárea. Para ello se colocaba un tejido en la vagina de la madre durante una hora y luego se frotó en la boca del bebé, cara y pecho con el objetivo de exponerle a la microbiota con la que tendría que haber tenido contacto durante el nacimiento. “ Con esta técnica se produjo una recuperación casi completa de algunas bacterias estudiadas”, explicó. Se trata de un proceso sencillo y muy beneficioso, aunque el colegio americano de ginecólogos y obstetras se ha posicionado en contra de ello porque afirman que expone al neonato a riesgo de infección.

Neu mostró después los resultados de otro estudio norteamericano de 2011 que estudiaba la composición y evolución de la microbiota en la leche materna durante las primeras semanas de lactancia. Los resultados de este estudio pusieron de manifiesto que las bacterias de cada madre se adaptan para las necesidades de cada bebé.  Actualmente, afirmó Neu, no sabemos si la microbiota de la leche materna tiene una función, pero tiene lógica que pueda tenerla.

Otro estudio en Canadá ábordó las deposiciones de los bebés, estudiando las diferencias en la microbiota de los amamantados y los alimentados con fórmula. Las conclusiones del estudio demostraron que los bebés que habían nacido por cesárea recuperaban una microbiota fisiológica si eran alimentados con leche materna.

El ponente también resaltó la importancia del contacto piel con piel para sembrar una microbiota beneficiosa en el bebé. El contacto piel con piel aumenta el número de bacterias maternas en la saliva y el intestino del bebé.

Otro aspecto muy interesante de la ponencia versó sobre los experimentos de “refaunación” de leche materna donada y pasteurizada en bancos de leche. Lo que se hizo fue extraer pequeñas cantidades de leche materna y mezclarla con leche donada, dejándola un tiempo a temperatura ambiente. Lo que se observó en estos estudios fue que pequeñas cantidades de leche materna eran capaces de repoblar la leche donada con la microbiota materna

viernes, 24 de marzo de 2017

IX Congreso Español de Lactancia Materna: Lactancia Materna en Recién Nacidos prematuros o enfermos

Foto del perfil de Twitter de Pilar Martínez
(https://twitter.com/Pilar_Mtnez)

Clara Alonso: Alimentación con leche materna para recién nacidos pretérmino o de muy bajo peso

En su ponencia, Clara Alonso afirmó que los retos en el campo de la alimentación con leche materna para bebés prematuros vienen derivados de las barreras al establecimiento de la lactancia materna. Las barreras pueden ser por problemas del niño, maternos o de funcionamiento de las unidades neonatales. Por ello, es necesario el establecimiento de medidas de apoyo que contribuyan al establecimiento exitoso de la lactancia materna en bebés prematuros. Las medidas más efectivas para lograr este fin son:

  • Cuidados madre canguro.
  • Extracción de leche en los dos pechos simultáneamente.
  • Apoyo madre a madre
  • Formación de los profesionales.
  • Acreditación IHAN.
El problema es que no hay uniformidad en cómo se aplican estas políticas de apoyo en las distintas unidades neonatales.


Uno de los aspectos más significativos de su aportación fue el referido a la situación de las distintas unidades neonatales españolas en relación a sus políticas de apoyo a la lactancia materna. Alonso citó un estudio en el que se demuestra que:


  • Menos del 50% registra estadísticas de su tasa de lactancia materna al alta.
  • Solo el 60% recomienda la extracción precoz.
  • Solo el 24% aconseja a las madres extracción doble.
  • El 97% anima a realizar cuidados madre canguro, pero solo el 47% permite la succión no nutritiva en neonatos estables.
  • Menos del 30% permite la lactancia a demanda.
  • El 78% usa biberones antes de que la lactancia esté bien establecida.
  • Solo un 25% tiene acceso a leche donada.
  • El 96% fortifica de manera habitual.

Natalie Charpak - El Método Madre Canguro: Últimas noticias.

Charpak comenzó reconociendo que hay un gran interés mundial por la difusión e implantación del MMC, por lo que es necesario entender las resistencias a su implantación. De este modo, se pueden plantear estrategias para superarlas.

El MMC contribuye a disminuir la mortalidad de los prematuros en países en desarrollo y, además, mejora la calidad de vida de los bebés pretérmino en todos los países. Aún así, existen distintos tipos de resistencia a la implantación en las UCIN de todo el mundo.

Resistencias a la intervención canguro global
En muchos casos, el MMC es considerado como un cuidado de calidad inferior, no tecnológico, por lo que es percibido como la “alternativa del pobre”. Los gestores hospitalarios piensan: "estos me ayudan a montar canguro pero yo lo que quiero es una incubadora". Para vencer estas resistencias, lo importante es no centrarse en fotos del MMC en África, sino demostrar como también se implanta en países avanzados, como Suecia o España.

Otra resistencia a la intervención canguro global es que el equipo de salud considera que el MMC representa una carga de trabajo extra, o que no hay espacio para recibir a los padres, o están en contra de prácticas como no bañar al bebé durante las primeras 24 horas de vida. Este tipo de resistencias se vencen demostrando que las familias son un apoyo y no un estorbo para el personal sanitario.

Resistencia a la posición canguro
Hay veces que el rechazo al MMC viene derivado del contacto íntimo entre un bebé desnudo y la persona que lo carga. Las estrategias para vencer esta resistencia se basan en insistir en el desarrollo y uso de un cargador que permita una mejor aceptación de la posición. Cuando se logra superar esta barrera, los padres experimentan un placer real al realizar el MMC y sus testimonios pueden ser usados para animar a otros padres.

A veces hay resistencia también ante el atuendo canguro. Es importante insistir en usar un gorro adecuado para la regulación términa y, asimismo, en el uso de pañales, ya sean desechables o de tela.

Otras veces el rechazo es a mantener la posición canguro 24 horas. En este caso, el argumento es "si en la incubadora puede estar 24 horas, en canguro también". Es importante también instruir a los profesionales en el uso de curvas de crecimiento apropiadas (Fenton + OMS) y aportar a las madres facilidades para que puedan hacer canguro en todo momento. En este sentido, es muy importante entrenar también a las abuelas y a los padres.

Resistencia a la nutrición canguro
1. Amamantar al bebé no es vital y es más trabajo.
2. No hay alternativa a la lactancia y el suplemento está indicado.
3. La leche artificial es considerada como un marcador de bienestar económico.

En conclusión, Charpak afirmó que "antes de implementar el canguro hay que pensar si es aplicable, apropiado y aceptado, y, en función de ello, realizar un plan estratégico que asegure el éxito ante las resistencias que se pueda encontra". 

José Manuel Martín Morales: Fototerapia en alojamiento conjunto.



Una de las principales causas de ingreso en bebés de más de 35 semanas de gestación es la necesidad de fototerapia. El tratamiento de primera elección en caso de ictericia que deba ser tratada es la fototerapia. Este tratamiento suele suponer un ingreso en la unidad neonatal, separación del a madre y la familia, cuidados a cargo del personal de enfermería e interferencia con la alimentación.

Pero algunos organismos internacionales en materia de pediatría ya recomiendan la fototerapia en alojamiento conjunto. En algunos hospitales como Barbastro, Salnes o Virgen de la Victoria ya se realiza de esta manera y Martín Morales aportó la experiencia del Hospital de Barbanza para implementar fototerapia en alojamiento conjunto.

Para poner en marcha este servicio no hacen falta grandes inversiones sino información a los padres, medidas para mantener la temperatura ambiental, una cuna más grande, etc.

Las ventajas de este cambio son evidentes: "respetamos los derechos del niño y su familia, el cuidado del neonato lo realizan los padres y son los protagonistas del proceso y se protege la continuación de la lactancia".

El ponente explicó que en su hospital se realizó un estudio comparativo entre el periodo en que la fototerapia se aplicaba en nido y el nuevo servicio de alojamiento conjunto. No se encontraron diferencias significativas en cuanto a los días de hospitalización ni en cuanto a complicaciones. Se mantuvo la lactancia en todos los casos (conjunta y nido), pero lo que sí se observó es que los bebés que recibieron fototerapia en alojamiento conjunto recibieron menos suplementos.

En cuanto a la encuesta a las madres, el 100% valoró muy positivamente la posibilidad de estar con sus hijos. Afirmaban que esta práctica les aportaba tranquilidad y paz. Hacen el proceso más llevadero y menos angustioso.



Regina María Roig-Romero: La transición al pecho del prematuro después del alta
Regina María Roig-Romero es una IBCLC de origen hispano que trabaja en Estados Unidos con madres de pocos recursos que tienen hijos prematuros a los que desean dar el pecho. Ella se especializa en asesorar y aconsejar a esas madres para conseguir lactancias directas con estos bebés, a los que normalmente se les suele dar el alta dependiendo del biberón.

Lo primero que constató la ponente fue la falta de estudios, evidencias o recomendaciones sobre esa situación en concreto, ya que la mayoría de las investigaciones se realizan con bebés ingresados y no al darles el alta. "Tuve que aprender a adaptar la evidencia que existe a la situación particular con la que yo trabajo", explicó.

En EEUU la tasa de bebés que reciben algo de leche materna al alta es muy variable. Pero en Suecia tienen mucho más éxito: el 40% lactancia materna exclusiva y más del 70% de esos bebés maman directamente del pecho. De los que tomaban directamente al pecho el 72% seguían tomando lactancia materna a los 4 meses, mientras que, de los que tomaban biberón, solo el 10% seguía con lactancia materna a los 4 meses. De ahí la importancia de que la lactancia materna sea directamente al pecho. Cuando las madres dan leche materna "en su envase original" mantienen la lactancia durante más tiempo porque les resulta más sencillo.

Uno de sus principales consejos es poner al bebé al pecho cuanto antes: "Si al bebé no se le pone al pecho, no va a aprender a amamantar; tiene que practicar ya que lo que el prematuro practica es lo que aprende", señaló. "Cuando practican biberón, aprenden biberón. Cuando practican pecho, aprenden pecho", concluyó. Por eso es importante que el bebé tenga acceso ilimitado al pecho. También hay que cuidar la producción, tratando de que sea una producción alta al alta.

El contacto piel con piel también beneficia la lactancia directa al pecho. Las madres de prematuros también necesitan entender que su bebé necesita mucho apoyo y mucha ayuda para poder amamantar, por ejemplo es necesario sostener el pecho.

La ponente suele aconsejar a las madres observar las reacciones del bebé cuando toman leche en biberón, ayudándolas a detectar situaciones de estrés. Esto también aporta más seguridad a la hora de abordar la lactancia directa al pecho.

Otro pilar del apoyo a estas madres es informarlas de la necesidad de mantener la extracción hasta las 40 semanas de edad corregida. El bebé no tiene fuerzas para regular la producción por si mismo, por lo que, en este apartado, también necesita ayuda de su madre. "Es una situación temporal, para cuidar la producción hasta que el niño lo pueda hacer por si mismo", señaló la ponente.

La pezonera también es un tema recurrente con las madres de bebés pretérmino. En un momento dado hay que tomar la decisión de usar pezonera o no. "Es preferible que no, pero la evidencia nos dice que el prematuro puede sacar más leche con una pezonera que sin ella", por lo que no hay que tener ideas preconcebidas sobre este tema y dejar que las madres decidan.

La psicología a la hora de apoyar a las madres de bebés pretérmino que desean amamantar también es importante. Son madres con miedo, que están preocupadas por sus hijos prematuros. Por mucha ciencia que sepa la asesora, también tiene que saber cómo aconsejar a la madre sin abrumarla ni sobrepasarla.

El momento más importante es la primera conversación con la madre. Suele ser mientras el niño están ingresados. Hay que saber explicar a la madre que su cuerpo y el cuerpo del bebé están funcionando en diferentes horarios. "Tu cuerpo quiere amamantar porque ha dado a luz, pero el de tu bebé no querrá succionar hasta el momento en el que debería haber nacido", es la manera en la que ella les explica que hay que ajustar los calendarios.
Roig-Romero finalizó recordando la importancia de que la transición al pecho se realice antes de las 40 semanas. "Cuando llegan a las 40 semanas, el bebé se adapta cada vez más al biberón y, cuando ya lo maneja bien, es más difícil convencerle de amamantar", concluyó.

jueves, 23 de marzo de 2017

IX Congreso Español de Lactancia Materna: Políticas y Estrategias


ECoLa: Una herramienta validada para la evaluación de los conocimientos de lactancia de los pediatras. Marta Gómez Fernández-Vegue.

La mayoría de madres que van a dar el pecho, lo dejan antes de lo que ellas quisieran. Esto es, según Gómez, una tragedia. Los profesionales deben apoyar a las madres para conseguir sus objetivos de lactancia. "Los pediatras tenemos el privilegio de estar en primera línea y debemos ser consciente de que nuestros consejos pueden contribuir a mantener la lactancia o a su abandono", explica Marta Gómez. A día de hoy, no hay una formación reglada en pediatría sobre lactancia materna, lo que crea una disparidad en conocimientos y habilidades.

Desde el Comité de Lactancia de la AEP, se plantearon el objetivo de crear una herramienta para evaluar los conocimientos de lactnacia de los pediatras. Se creó un cuestionario de 22 preguntas de distinto tipo. Hay preguntas de verdadero y falso, de opción múltiple, algún caso clínico y preguntas abiertas. Las preguntas abiertas son muy importantes, ya que solo con el resto "aprueban" más de los que lo hacen cuando responden también a preguntas abiertas.

Entre los resultados de este la aplicación de este test entre residentes de pediatría, llama la atención que un 30% de residentes, en el año 2016, siguen limitando las tomas en lugar de recomendar lactancia a demanda. Un 40% de residentes no sabe identificar un brote de crecimiento en un caso clínico. Un 35% no sabe que los bebés alimentados con LA tienen un mayor riesgo de morbimortalidad infantil.


Guía clínica de lactancia materna. Aportaciones y repercusión. Rosario Quintana Pantaleón.

Elaborar una guía contribuye a proporcionar una información de calidad a profesionales y pacientes, a mejorar la calidad asistencial, la satisfacción con la atención recibida y a disminuir la variabilidad inaceptable en la práctica clínica.

Esta guía, explicó Quintana, tiene un significado simbólico muy importante, ya que supone el reconocimiento institucional de lo importante que es la lactancia materna para la salud y para el bienestar. "Implica también el reconocimiento de la necesidad de dotarnos de criterios más científicos para proteger la lactancia materna, el derecho a amamantar, el derecho a ser amamantado y la atención a las madres y a sus hijos", subrayó.

En el proceso de elaboración de la guía, se decidió que el objetivo debería ser ayudar a las mujeres sanas, que desean amamantar y que tienen hijos sanos. No se abordan recomendaciones para madres y bebés con problemas de salud. Además, la guía de lactancia debería aportar una ayuda para que las mujeres consiguieran lactancias satisfactorias, mediante recomendaciones sobre la atención más apropiada a las madres y las opciones terapeúticas en caso de problemas. "Debería aportar respuestas con la mejor evidencia científica disponible a todas esas dudas que nos asaltan cuando en la clínica nos encontramos a una diada madre-bebé con problemas", explicó Rosario Quintana. Además, una guía debería "superar los documentos de consenso y protocolos, aportando recomendacioes basadas en evidencia y alcanzadas siguiendo una metodología rigurosa y transparente, dotándolas, por lo tanto, de credibilidad", añadió.

La guía aporta 36 puntos de interés basados en las dudas más frecuentes, lo más trascendentes, lo aspectos más controvertidos y los más novedosos: primera toma, colecho, chupete, cómo sabemos que una lactancia está bien instaurada, cómo se debe observar una toma, se debe recomendar la extracción de calostro, cuándo está indicada la recomendación de suplementos, cómo administrarlos, cómo interpretar la pérdida de peso del recién nacido sano amamantado, qué curvas de crecimiento usar, qué hacer ante un niño dormido que no pide, indicación de frenotomía en el caso de anquiloglosía, eficacia de galactogogos, ingurgitación, dificultades de agarre, dolor en el amamantamiento, mastitis, probióticos, etc.

El sobrecoste de la lactancia subóptima para la salud materno-infantil. Melissa Bartick.

Melissa Bartick presentó un estudio de la universidad de Harvard sobre el sobrecoste para la sanidad de tasas subóptimas de lactancia. Fue un estudio que se realizó a lo largo de tres años y que trata de integrar los resultados de dos estudios anteriores: uno desde el punto de vista de la salud materna y otro desde el de la salud infantil.

Se creó un modelo por ordenador con una cohorte hipotética de 100.000 mujeres que eran seguidas hasta los 70 años y sus correspondientes bebés, con seguimiento hasta los 20 años.Se estudiaron 9 enfermedades infantiles (leucemia, otitis, Crohn, colitis, infecciones gastrointestinal, obesidad, infección respiratoria, enterocolitis necrotizante, muerte súbita del lactante) y 5 maternas (cáncer de mama, cáncer ovárico premenopausico, hipertension, diabetes tipo II e infarto de miocardio). Se eligieron las 14 enfermedades sobre las que había literatura más sólida.

El estudio concluyó que el ahorro anual de costes (en dólares) combinados (maternal y pediátrico) es el siguiente:
  • Médicos: 3.000 millones.
  • No medicos: 12.000 millones.
  • Muertes prematuras 14.200 millones.
Y se evitarían un total de 3.340 muertes.

Uno de los resultados más sorprendentes del estudio es que, contrariamente a lo que se podría pensar a priori, los mayores beneficios de la lactancia son para la salud de la mujer y no para la del bebé. El 79% del total de los gastos médicos contemplados corresponden a la salud materna. La enfermedad más costosa es la diabetes tipo 2, seguida por infarto e hipertensión. El 4º puesto es otitis media del bebé e infección gastrointestinal.

Teniendo en cuenta que lo que está en juego es la salud materna, los recursos para fomentar la lactancia debería proceder de las instituciones orientadas a fomentar la salud de la mujer. El debate no debería girar en torno a quién es mejor madre, sino sobre la salud materna. Lo que las mujeres pueden hacer para mejorar su salud, evitando así las "mommy wars".

El 78% de las muertes prematuras derivadas de las tasas de lactancia subóptimas son maternas. El mayor porcentaje de muertes pediátricas prematuras achacables a cifras de lactancia subóptimas se derivan de la muerte súbita del lactante, la enterocolitis necrotizante y las infecciones respiratorias.


Lactancia materna en el contexto de la cooperación al desarrollo y la acción humanitaria. Carlos Mediano Ortiga

Aunque teóricamente las políticas y los enfoques sobre los problemas de lactancia deberían ser iguales en todo el mundo, el abordaje en la cooperación es muy diferente y depende en gran medida del contexto local de cada lugar.

Carlos Mediano enfatizó en que hay que tener en cuenta la diversidad de situaciones, pero también los aspectos políticos y económicos. Por ejemplo, el código de comercialización de sucedáneos no es de aplicación global. Además, hay una gran presión por parte de la industria de sucedáneos. Se calcula que la lactancia artificial supondrá un noegocio mundial de 70.000 millones de dólares en 2019 y los mayores crecimientos se esperan en África, Oriente Medio y Asia.

También hay que tener en cuenta los aspectos culturales y sociales de cada lugar. Por ejemplo, hay zonas dondes las parteras son las que más fomentan la lactancia materna, mientras que en otras son los centros hospitalarios los más centrados en la promoción de la lactancia materna. También es importante tener en cuenta la situación laboral de la mujer. En cualquier caso, el cooperante no tiene que prejuzgar ni tomar decisiones. Debe sentarse a escuchar a la población local, oír sus necesidades y deseos y en función de ellos, colaborar para implementar cambios duraderos encaminados a lograr esos cambios y mejoras.

También hay que tener en cuenta los aspectos sanitarios. En muchos países, los profesionales desconocen cómo promocionar la lactancia materna. En otros casos, la medicalización de la lactancia introduce más problemas de los que resuelve.

Finalmente, en cuanto a lactancia materna y VIH, Mediano recordó que las madres con VIH deben mantener la lactancia materna, ya que el riesgo de morir por infecciones es mucho mayor. Si no hay antiretrovirales la lactancia se debería mantener hasta los 6 meses y continuar, a menos que haya alimentación de reemplazo segura.

IX Congreso Español de Lactancia Materna: Cuidados Madre Canguro: 30 años de experiencia

Ponencia inaugural del IX Congreso Español de Lactancia Materna.

Natalie Charpak.
Cuidados Madre Canguro: 30 años de experiencia.

La Fundación Canguro es una entidad colombiana sin ánimo de lucro creada en 1994 por 20 apasionados por el Método Madre Canguro. En 1989, cuando empezó su actividad, el Método Madre Canguro (MMC) era muy criticado en Colombia. Nunca había sido evaluado, así que este grupo de expertos, eligió la investigación científica como método para validar el MMC y poder convencer con datos sólidos a los profesionales sanitarios sobre su idoneidad. "Necesitábamos evaluar los resultados, porque no sabíamos qué pasaba con los niños que no regresaban a las unidades", explica Natalie Charpak.

Se realizaron varios estudios de seguimiento y se sigue haciendo investigación, a pequeña escala, pero orientada a tratar de mejorar el conocimiento y los resultados del método. Desde el inicio de la fundación, el MMC se ha difundido por todo el mundo, pero hay que seguir luchando porque en muchas partes sigue habiendo barreras que no están justificadas y que hay que tratar de superarlas con formación y difusión.

El MMC es una manera diferente de cuidar a los bebés prematuros. Es un método que se creó en Colombia porque no había incubadoras suficientes y se ponían tres bebés por incubadora. Pero, hoy en día, el MMC es mucho más que una manera de organizar el cuidado de los prematuros en unidades con pocos recursos. Es un método para todos los prematuros, no es la alternativa del "pobre".

A la hora de implementar el MMC en una unidad neonatal, hay una progresión lógica:
1 Piel a piel: de intermitente a continuo.  "La faja de licra que utilizamos es muy importante, ya que permite a las madres poder relajarse y poder dormir haciendo MMC y, además, el niño mantiene la posición adecuada", explica Charpak.
2 Nutrición canguro o alimentación: empoderamiento de la madre y de la familia, alojamiento canguro. La lactancia materna exclusiva es un componente mucho más difícil que lograr que la posición canguro. También depende mucho de los distintos obstáculos.
3 Salida a casa en posición canguro, con seguimiento ambulatorio o visitas domiciliarias. Aquí, en España, hay un seguimiento pediátrico pero en muchos países no existe ese seguimiento del niño. El programa canguro, desde que se creó, establece un seguimiento ambulatorio. El bebé sale en posición canguro y regresa a la consulta. Es la única manera en la que se puede evaluar el resultado de la práctica canguro. Si no se hace seguimiento, no se sabe qué pasa con esos bebés. Además, el seguimiento ambulatorio es fundamental para el empoderamiento de los padres, a los que se les enseña lo que necesitan saber para el cuidado especial de sus hijos.

El seguimiento de alto riesgo se mantiene hasta un año de edad corregida. Cuando se implementa el MMC suele ser uno de los puntos más difíciles de implementar, porque se necesita formar al personal y contar con las infraestructuras adecuadas. En este seguimiento se chequea la parte sensorial, se vacuna, se chequea el desarrollo neurológico, psicomotor y también se realiza un seguimiento nutricional, con apoyo a la lactancia materna.

Este seguimiento permite tener una base de datos en la que actualmente cuentan con 30.000 niños. También se incluyen datos socioeconómicos, además de los resultados de salud de los bebés.

El plato fuerte de la presentación de Natalie Charpak fue el adelanto de los datos de un estudio en el que recuperaron a un grupo de niños a los que se les había hecho un estudio entre 1993 y 1996. La idea era estudiar distintos aspectos de estos niños y sus familias a los 20 años, para ver si los beneficios del MMC se mantenían en el tiempo.

Hace 20 años, siguiendo los niños hasta el año, la Fundación Canguro, encontró que los niños en MMC:
- Engordaban mejor, por lo que tenían menos tiempo de hospitalización.
- Amamantaron más las mamás
- Menos infección nosocomial
- La mamá se sentía más competente para sacar a su bebé adelante.
- Mejor coeficiente de desarrollo en los niños más frágiles.
- Los papás estaban más presentes.
- Mortalidad más baja.
- Perimétro craneal más grande.
- Entorno familiar más adecuado en bebés en MMC.

20 años más tarde, los investigadores de la Fundación Canguro descubrieron que:
- El MMC tienen un efecto protector muy fuerte en la mortalidad acumulada a los 20 años.
- Los niños más frágiles fueron los que más se beneficiaron del canguro en el primera año. Y esa protección se sigue manteniendo a los 20 años, demostrando que en los bebés más frágiles es donde hay un impacto más beneficioso del MMC.
- El impacto en el coeficiente intelectual se sigue manteniendo también a los 20 años, con mejores resultados que en el grupo control.
- Los niños canguro viven más con sus padres, trabajan más a los 20 años y tienen sueldos más altos.
- Menos abandono escolar en niños canguro.
- Cuando el papá cargaba al bebé, estaba más presente al final del año. Y cuando está más presente al final del año, hay menos divorcio veinte años después. La hipótesis de Charpak es que estos padres compartieron un trabajo muy duro y quizá eso forjó una unión mayor y más duradera. Así, el MMC mejoraría el compromiso entre los padres del bebé.
- Los niños canguro son menos hiperactivos, menos agresivos, menos conducta antisocial. Esta protección es mayor en los grupos socioeconómicos menos favorecidos, que están en mayor riesgo de sufrir estos problemas de conducta.
- Los canguro tuvieron volumen cerebrales de materia gris y blanca más grande.


Natalie Charpak terminó su ponencia argumentando que el MMC se debería concebir como un "tratamiento" o un "medicamento". "¿Por qué no pensar en el MMC como un surfactante cerebral para el cerebro inmaduro? ¿Cómo el surfactante pulmonar para un pulmón inmaduro o la leche materna para un intestino inmaduro?", reclamó.

En cuanto a las barreras a la implementación del MMC, explicó que el principal obstáculo son las personas que "no tienen ganas de tener a los papas 24 horas en la unidad neonatal". La falta de infraestructura o espacio no es lo más importante. En muchos casos, lo único que se necesita es una silla plegable de plástico. "Los papás nunca deberían verse como una barrera", señaló Charpak. "Una vez que se les explica y enseña, son colaboradores del canguro total. Nunca hay problemas con los padres, solo en el discurso de los que se resisten", sentenció. En otros países, donde impera la sanidad privada, hay clínicas que se resisten a implementarlo porque acorta la hospitalización y, por lo tanto, sus ingresos.

lunes, 17 de octubre de 2016

El privilegio de ser amado

Una de las primeras cosas que descubrimos después de ser madres es el auténtico miedo. Un miedo que va más allá de lo físico, emocional y racional en el ámbito de lo personal. Es el miedo porque esa pequeña cosita que ha llegado para revolucionar nuestras vidas, sufra cualquier mal por pequeño que sea. Es un miedo al que nos vamos acostumbrando. Los primeros días nos despertamos sobresaltadas varias veces para comprobar que nuestro pequeño todavía respira… pero según pasa el tiempo lo vamos integrando y asumiendo en nuestra vida personal. Siempre está ahí, pero no es limitante ni asfixiante.

Lo bueno que tiene es que siempre hay algo que compensa, y ese gran miedo se ve compensado de sobra por la capacidad de nuestros pequeños de amarnos, simple y llanamente por el mero hecho de ser sus madres. Es un amor inocente, puro, incondicional, no hemos hecho nada más para ganarlo y merecerlo que el hecho de haber gestado y parido esos pequeños cuerpecitos y traerlos a este mundo. Un poco de magia reproductiva que se ve compensada con creces por esas miradas y gorgoritos, esos besos babosos y esos abrazos. Ese amor incondicional por la propia madre que nos acompaña toda la vida.

Y no es algo que nos hayamos ganado. No. Nos ha tocado la lotería. El amor de un hijo es independiente de lo “buenas” o “malas” madres que seamos, según que estándares apliquemos. No hay mayor cura de humildad que darte cuenta de que tú has traído al mundo a esas personitas y que ellos son quienes deciden amarte incondicionalmente, a pesar de o a causa de tus defectos y virtudes.

El amor de un hijo es. Es irremediable desde el momento en que existe el vínculo madre/hijo. Existe. Y es un vínculo tan fuerte que es capaz de sobrevivir incluso a las circunstancias más adversas. La madre o el padre son como dioses que todo lo saben, todo lo que hacen es bueno.

Yo me siento privilegiada por tener el amor de mis hijos. No me engaño y pienso que me quieran por ser buena o mala persona. Me quieren simplemente porque soy su madre. Ni más ni menos. Y por mucho que me equivoque en mis acciones diarías o por mucho que acierte, me seguirán queriendo. A no ser que se agote el amor, obviamente.

No me engaño y pienso que sea perfecta y que todo lo haga bien. Ni mucho menos. Yo he ejercido la violencia contra mis hijos. A veces verbal, a veces física. A veces por acción y a veces por omisión. Hay quienes me acusan de “aparentar ser perfecta” y “tener un coro de palmeras que me dan la razón”. Pues no quiero ser perfecta, pero aspiro a serlo. Y si no aspirara a serlo, no sería yo misma.

Reconozco que usé el método Estivill de adiestramiento del sueño con mi primer hijo. Y también que después aprendí que no era lo mejor y coleché con este hijo y con todos los demás. No porque sea mejor o quiera ser perfecta, sino porque era y ha sido lo mejor para nosotros. Reconozco que he dado un cachete a mis hijos en más de una ocasión y no me siento orgullosa de ello. Reconozco que he usado amenazas y castigos para que se comporten como yo he considerado adecuado en un momento dado. Reconozco que casi a diario se me escapa un grito hacia ellos o pierdo la paciencia. Reconozco que no soy la madre zen que me gustaría ser,...

Pero también reconozco que lo reconozco, no me siento orgullosa de mis errores, pero intento aprender de ellos y, sobre todo, asumo estos errores delante de mis hijos. Les pido perdón, por pegarles o por gritarles, les digo que ellos no tienen la culpa. Que mis cabreos y enfados son míos, y que el hecho de que alguna cosa que hagan ellos conduzca a “mi cabreo” es responsabilidad mía y que ellos nunca deberían sentirse culpables.

Hoy hablabámos en la comida. Les he dejado claro que un niño nunca es culpable de la actitud violenta de un adulto (sea física o verbal). Que es el adulto el que tiene que gestionar sus sentimientos y su violencia y nunca culpabilizar a un niño. Que si un niño no puede confiar ni en sus cuidadores primarios cuando un adulto ejerce la violencia contra él, entonces ese niño está indefenso. Quiero que tengan claro que ellos nunca tienen la culpa. Que la violencia la traemos su padre o yo, en nuestras mochilas, y aspiramos a poder gestionarla de la mejor manera posible sin dañarles a ellos en el camino.

Solo me siento bien como madre, en tanto en cuanto aspiro a que estas cosas no vuelvan a pasar. No soy una madre perfecta, no quiero serlo, pero el amor incondicional de mis hijos me obliga a estar en constante evolución para estar a su altura, a mirar hacia mi interior, a intentar cambiar lo que puedo cambiar, a intentar sacar el mejor partido posible de lo que no puedo cambiar. El amor incondicional de mis hijos me obliga a recordar cada día el privilegio que es ser amada por ellos.

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